
¿Te acabas de reincorporar al trabajo después de unas vacaciones y te está costando adaptarte más de lo normal?
Ese malestar general que sientes es muy común y se conoce como el síndrome postvacacional. Se trata de un trastorno adaptativo que ocurre al no conseguir acostumbrarnos a los ritmos de nuestra rutina laboral. El síndrome postvacacional se manifiesta a través de molestias físicas y psicológicas de sintomatología similar al estrés o la ansiedad. Suele ser temporal y desaparece cuando conseguimos coger el ritmo.

Sus síntomas e intensidad dependen mucho de cada personalidad y el tipo de trabajo. Aunque existen ciertos factores que nos hacen más vulnerables a padecerlo.
Por lo general, los síntomas más habituales del síndrome postvacacional son: apatía, tristeza, cansancio, falta de apetito, falta de concentración, problemas para dormir bien, nerviosismo e incluso, dolores musculares o de cabeza. Obviamente, también afecta a la productividad y al rendimiento en el trabajo. Sin olvidar, el impacto negativo que puede tener en las relaciones personales o con nuestros colegas que tendrán que lidiar con nuestra irritabilidad y pesimismo.

No necesitamos más vacaciones, sino más vocación.
Eleanor Roosevelt
Los síntomas del síndrome postvacacional suelen ser más intensos durante las épocas de reajuste estacional, como es el caso del mes de septiembre.
Es decir, durante el paso del verano al otoño y lo que ello conlleva: nos sentimos más cansados, llega el frío y la falta de la luz afecta al estado de ánimo. Además, se sabe que el síndrome postvacacional suele ser más común en mujeres debido a la sobrecarga de obligaciones. Y también suelen sufrirlo más las personas sensibles, menos resilientes o sin recursos para manejar la frustración.

Tener un entorno laboral hostil o trabajar en algo que nos hace infelices, tampoco ayuda a superar el síndrome postvacacional. Y esas vacaciones largas y agotadoras jugarán en contra de nuestra readaptación laboral.
Ya sabemos qué es el síndrome postvacacional, con qué síntomas se manifiesta y qué personas están más predispuestas a padecerlo. Así que vamos a dar un paso más e intentar ponerle remedio. Y para ello, lo mejor es localizar esos factores que nos desestabilizan tanto antes como después de nuestras vacaciones.

Nadie necesita más unas vacaciones que el que acaba de tenerlas.
Elbert Hubbard
En el caso del síndrome postvacacional, existen algunas pautas muy fáciles de seguir que nos ayudarán a prevenir su aparición o si se presenta, superarlo más rápido.

10 CONSEJOS PARA SUPERAR EL SÍNDROME POSTVACACIONAL
Antes de irnos de vacaciones:
1. Trabajar en algo que nos haga sentir bien y fomentar las buenas relaciones laborales
Hacer algo que nos gusta y en un entorno motivante, es la mejor prevención para evitar el síndrome postvacacional. Que la vuelta al trabajo siempre sea un drama, es una pista de que algo va mal.
2. Saber planificarse y organizarse
Hacerlo bien, antes y después de las vacaciones, será nuestro salvavidas. La clave está en no agendar tareas complejas o citas demasiado estresantes justo a la vuelta de las vacaciones.
3. Llevar una vida saludable en la que predominen los buenos hábitos
Se dice que el secreto del éxito se encuentra en la rutina diaria. Y si logramos mantenerla durante las vacaciones, alteraremos menos los ritmos y los horarios.
4. Vivir en el presente y llenarlo de cosas que nos hagan ilusión, estemos de vacaciones o no
Hacer (en la medida de lo posible) de cada día, un día especial. Piensa que un año tiene 365 días y solo durante treinta de estos, estamos de vacaciones. Las vacaciones no deberían ser lo único que nos motive en la vida.
5. Redactar una lista con todo lo que nos hace feliz de nuestra rutina, es otra buena técnica
Y así, podremos acudir a ella si nos entra el bajón a la vuelta de las vacaciones.

A la vuelta:
6. No empezar a trabajar justo al día siguiente de terminar las vacaciones
Deberíamos intentar dejar un par de días entre la vuelta a casa y la vuelta al trabajo porque esto nos ayudará a ir mentalizándonos.
7. No incorporarse al inicio de la semana
Si puedes elegir, opta por empezar a trabajar un miércoles o un jueves porque al tener el fin de semana cerca, no te costará tanto.
8. Empezar a trabajar con calma y siendo paciente con uno mismo
A poder ser, no hay que establecer grandes metas ni ocuparse de las tareas más complicadas durante los primeros días. Tampoco hay que luchar contra lo que se sienta, todo lo contrario: póntelo fácil, háblate bien, acéptalo e intenta pasar por ello de la mejor manera.
9. Mantener una actitud positiva y no perder el optimismo
Hay que recordar que ese malestar es algo temporal, ya que nos estamos adaptando. Busca el lado positivo de las cosas y concéntrate en eso que te hace sentir bien. Y quizá, saca esa lista de cosas que tanto te gustan y hazlas lo más a menudo que puedas.
10. ¿Y qué pasa si tras varias semanas sigues sintiendo lo mismo?
Quizá sea el momento de reflexionar e intentar cambiar esas cosas que sospechas que no te hacen ningún bien. Si los síntomas empeoran o no te ves capaz de afrontarlos, no dudes en compartirlo con tus personas de confianza o buscar ayuda profesional que además de orientarte, seguro que conseguirá sacarte del bache.

Con el tiempo, todos los viajes terminan en el mismo lugar: en casa.
Chris Geiger
Ojalá estos consejos te ayuden a prevenir o superar el síndrome postvacacional. Hayas pasado por él o no, todavía estás a tiempo de abordar el mes de septiembre con motivación y embarcarte en nuevos proyectos que te apasionen.

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Me alegra darme cuenta de que algunos consejos ya los aplico y descubrir algunos nuevos para llevar mejor la “vuelta al cole”.
Gracias por compartir, Efi 🙂
Feliz fin de semana.
¡Eso está genial!
Un abrazo y a disfrutar de tu vuelta a la rutina.