20 cosas que aprendí durante mi primer año como emprendedora

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¡Estoy de celebración! Cumplo mi primer año como emprendedora, coincidiendo con el lanzamiento de este blog.

Aunque mi emprendimiento empezó mucho antes, mientras me recuperaba de un bache vital que puso patas arriba tanto mi vida personal como profesional. Siempre quise emprender y hacerlo justo en ese momento, me fortaleció y me dio un chute de motivación muy beneficiosa. Y lo más importante: me demostró que dedicarme a hacer lo que me gusta y mejor sé hacer, sí es posible.

Recuerdo que durante más de medio año, trabajé minuciosamente en todo lo que véis por esta página web. ¡Y lo que no véis!

Mientras creaba esta pequeña empresa online, aprendí muchas cosas. Y algunas de ellas, las he ido compartiendo en este blog a modo de artículos sobre psicología o herramientas para emprendedores digitales. Sin embargo, hoy quiero compartir algo igual de importante: mis experiencias. Todas ellas transformadas en prácticas reflexiones, resultado de todo lo que aprendí durante mi primer año como emprendedora.

20 cosas que aprendí durante mi primer año como emprendedora:

1. El éxito es relativo y hay que saber ir adaptándose a él. En mi caso, está relacionado con la capacidad de superación y la satisfacción de hacer bien mi trabajo.

2. Solo se puede alcanzar lo que se quiere, si tienes claro lo que es. Es muy importante saber establecer objetivos, pero también permitirse ser flexible con ellos.

3. Existe una prueba clara que me indica que he tomado el camino correcto: cada proyecto en el que trabajo, sea grande o pequeño, me dispara los niveles de motivación.

4. Instagram es importante, pero no clave en el éxito de un emprendimiento. Creo que trabajar en una buena página web, actualizar el blog con contenidos de calidad y posicionarse bien en los buscadores, es igual de importante que la presencia en las redes sociales.

5. Pasar rápido a la acción, estar al día de las tendencias y mostrar claramente las ganas de trabajar, siempre cuenta a favor.

6. La puntualidad es algo que nos define como profesionales y va más allá de llegar a tiempo a las citas. Y hace tiempo, os hablaba de los beneficios de aliarse con ella.

7. Emprender no es fácil, pero tampoco imposible. Existen rachas buenas, regulares y malas. Y es muy importante saber equilibrarlas. Por ejemplo, aprovechando los «momentos de parón» para ir adelantando todas esas tareas tan necesarias, pero que llevan tanto tiempo.

8. Hay que saber delegar en otros profesionales y aún más, si se trata de asuntos técnicos. Puede ser que lo que a mí me llevaría días de trabajo y mucho estrés, un profesional me lo podría resolver en horas.

9. Apostar por una página web en diferentes idiomas, atraerá a más clientes. Siempre que coincida con el público objetivo al quieres llegar.

10. Tener un blog actualizado en el que se comparte contenido de valor, ayuda mucho a posicionarse mejor, generar confianza y mayor visibilidad.

11. Lo positivo atrae lo positivo y serlo en cada una de mis facetas, siempre fue (y será) beneficioso.

12. Durante mi primer año como emprendedora, aposté por una teoría minimalista en el uso de las redes sociales. Pensaréis que visto el panorama actual, voy a contracorriente. Pero en realidad, publicar menos me permite dar más valor a mi contenido y disfrutar del proceso creativo.

13. Cuanto más se trabaja la creatividad, más se tiene. Pero cuando la inspiración no me pilla trabajando, es necesario hacer una pausa. Y sobre eso, os hablaba en este post: Cómo lograr que la inspiración os encuentre trabajando.

14. Prestar atención a ciertos detalles, ayuda a diferenciarse de la competencia. Si os dedicáis a redactar textos en español, es clave escribir correctamente. Especialmente en las redes sociales porque funcionan como un porfolio de tu trabajo diario. Toma nota: Cómo redactar textos profesionales para las redes sociales.

15. Aliarme con el color amarillo, revolucionó mi vida y ahora veo amarillo por todas partes. Aquí os hablaba de su significado.

16. Una de las cosas más gratificantes de este primer año como emprendedora, fue compartir otras historias y experiencias. Fue emocionante hacerlo a través del blog porque aprendí muchas cosas. Y desde aquí, agradezco la participación y el apoyo que tuve de estas magníficas emprendedoras: Sandra Mariages, Estefanía Pérez, Inma y Marta Orduna y Mar Villar.

17. La importancia de no caer en la comparación. Cada emprendimiento es diferente y nunca sabemos lo que hay detrás. Para evitarlo, es muy importante valorarse y creer en lo que se hace. Y esto solo se consigue, trabajando mucho en la autoestima a través de los pensamientos positivos.

18. Ante un conflicto, habla de manera directa y clara. La amabilidad y la empatía siempre suman, pero hay que saber con quien aplicarlas. Colaborar o relacionarse con otros profesionales que nos hagan sentir mal o perder el tiempo, no compensa.

19. Emprender no es incompatible con descansar los fines de semana o tener vacaciones. Algo que no siempre hice durante el primer año como emprendedora y por eso, debo trabajar más en ello.

20. Mi estrategia para diferenciarme como emprendedora, es ser fiel a mis principios y añadir mi toque personal a todo lo que hago. ¡La mejor publicidad es destacar por el trabajo bien hecho! Pero también, mostrando interés por los progresos de los demás y fomentando las relaciones sanas entre tus clientes o compañeros.

En definitiva, emprender es toda una aventura. Y aunque se trata de una experiencia muy enriquecedora, también tiene sus inconvenientes. Hay que esforzarse por verlos como una oportunidad para superarse y aprender. ¿No creéis? O al menos, esta es la filosofía que yo tuve presente durante este primer año como emprendedora.

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